La enfermedad moral del patriotismo. - Versión para impresión +- Foros de Supervaca.com (http://foro.supervaca.com) +-- Foro: Acerca de los foros de Supervaca (http://foro.supervaca.com/forumdisplay.php?fid=6) +--- Foro: Pruebas y Tema Libre (http://foro.supervaca.com/forumdisplay.php?fid=8) +--- Tema: La enfermedad moral del patriotismo. (/showthread.php?tid=6564) |
La enfermedad moral del patriotismo. - luis cid de leon trejo - 06-30-2006 Encontre este articulo el cual me hace pensar si ponemos en una balanza lo bueno y lo malo que trae consigo el patriotismo y hacia donde se inclinaria? Si entre nosotros como pais tenemos divisiones, que del norte del centro del este del oeste poniente y oriente,no hay cohesion como pais.es por esto de que el ser humano se pinta solo para las divisiones y lo vemos en el pasado y el hoy en los conflictos mundiales. La enfermedad moral del patriotismo Jorge Majfud La Insignia. Uruguay. Natural es todo aquello que inventaron los hombres y las mujeres antes que naciésemos nosotros; toda mentira que no cuestionamos es necesariamente una verdad. Una mentira útil nunca sirve al engañado sino al que engaña. Una mentira útil, un instrumento de la perversión inhumana es el patriotismo. Por todos lados vemos inflamados discursos patrióticos, actos públicos, guerras y matanzas, ofensas y contraofensas, ceremonias de honor y ritos solemnes impulsados por esa orgullosa y arbitraria discriminación que se llama patriotismo. Claro, no se pueden montar discursos en nombre de los intereses de una clase social, ya que la tradición no es suficiente para sostener un concepto moralmente insignificante y generalmente negativo, como lo es el concepto de "interés". Por lo tanto, se apela a un concepto de larga y bien construida tradición positiva: el patriotismo. Con ello, se niega la división interna de la sociedad afirmando la división externa. La división interna -de clases, de intereses- no desaparece, pero se vuelve invisible y, a la larga, se consolida con la sangre del patriota que no pertenece al reducido círculo de los intereses que la promueven. El patriota muere religiosamente por su patria. Su patria concede medallas a sus padres, a sus hijos, y toda la seguridad a sus "intereses". Así, morir es un honor. El honor no procede de una reflexión moral sino del discurso patriótico, del rito, de los símbolos nacionales, de una virtual trascendencia del individuo en la "salvación" de su patria. No voy a entrar ahora a analizar el significado de la trágica sustitución de interés real por patriotismo interesado. Simplemente me bastará con anotar que sólo la idea de "patriotismo" es insostenible, desde un punto de vista humano, desde la conciencia de la especie a la que pertenecemos. Es más: el patriotismo no sólo es insostenible para cualquier humanismo, sino que se lo usa para destruir a una humanidad que busca, desesperadamente, su conciencia universal. El sentimiento patriótico es pasivo y activo, es impulsado por los ritos, por los discursos y por las ceremonias. Pero también es el motor de todas ellas. El patriotismo es la conciencia egoísta de la tribu que le impide la evolución a un estado de conciencia universal: la conciencia humana. El patriotismo es uno de los mitos más consolidados desde los últimos siglos. Por naturaleza, el patriotismo no sólo es la confirmación casi inocente de la pérdida de individualidad en beneficio de un símbolo artificial, creado por la milenaria tendencia humana del dominio de una tribu sobre las otras. Ahora bien, podemos decir que un país puede ser una región cultural más o menos definida -y siempre imprecisa-; que la idea de país tiene ventajas en la organización administrativa de la vida pública. De acuerdo. Pero el reclamado sentimiento patriótico, mezcla de fanatismo religioso y utilidad secular, antes que nada es la negación de todos los pueblos que no incluyen al patriota. Si soy nacionalista, si soy patriota, estoy dando prioridad moral a un conjunto de hombres y mujeres desconocidas (mis compatriotas) sobre un conjunto más amplio de desconocidos (la humanidad). Puedo beneficiar a mi familia, a mi ciudad, a mi país en alguna decisión propia. De hecho siempre tendremos tendencia a beneficiar a nuestra familia antes que a la familia del vecino. Pero puedo hacerlo de forma consciente y no valiéndome de una mentira para justificar cualquier acto delictivo de alguno de los integrantes de mi círculo afectivo más próximo. Y el patriotismo es precisamente eso: una condición de irreflexividad. Para ser patriota debo aceptar cierto grado de acrítica -a veces mínimo, a veces obsceno, pero ese grado, por mínimo que sea, es todo lo que tiene de patriota un individuo. Todo lo demás es lo que tiene de individuo. Esto no niega que alguien pueda sentir "amor" por un lugar concreto, por un país, y que pueda dar la vida en su defensa. Un sentimiento de amor es irrefutable. Pero este "entregar la vida por amor" no significa que la motivación de los hechos no esté motivada en un error, en un engaño. El amor es irrefutable, pero lo que hace el amor sí puede serlo. Y para que ese amor se identifique con la motivación errónea en necesario, además, un fuerte sentimiento patriótico. Para que ese amor nos lleve a la muerte sin el paso previo de una profunda reflexión moral es necesario un código incuestionable, una condición de fanatismo, el anestésico de un rito religioso, el patriotismo. De esta forma, la estrategia más efectiva del patriotismo consiste en identificarse -entre otras cosas- con el amor, es decir, con el altruismo, siendo que su objetivo es, paradójicamente, egoísta. Es decir, en nombre del altruismo, el egoísmo; en nombre de la unión, la discriminación. No podemos negarlo. Todo patriotismo significa una discriminación, un crédito que extendemos a quienes comparten nuestra nacionalidad y se lo negamos a quienes no la comparten. Ahora, ¿por qué este crédito? Este crédito moral sólo puede tener una función profiláctica, pretende evitar la crítica y el cuestionamiento a quienes poseen el beneficio, la alianza interior. Pero es un crédito injusto, inhumano, discriminatorio, arbitrario. La reflexión es cuestionamiento, el cuestionamiento es duda, y la duda siempre es un estorbo para los intereses ajenos. Un soldado que piense gasta inútilmente sus energías mentales. Si acaso se niega a ir a una guerra que considera injusta, recibirá todo el peso de la ley, la cárcel, y la lapidaria deshonra de "traidor a la patria". Lo que demuestra, una vez más, que sólo un reducido grupo -con intereses y con poder- puede administrar el significado de lo que es y no es "patriota". Es decir, patriota es alguien que no cuestiona, que no critica. El patriota ideal no piensa. Yo me reconozco como uruguayo. Reconozco una vaga región cultural llamada Uruguay. Pero de ninguna manera soy patriota. Me niego a ser patriota como me niego a responder a una raza -otra histórica arbitrariedad de la ignorancia humana-. Me niego a inyectarme ese sentimiento militarista. Ser patriota es confirmar la arbitrariedad de haber nacido en un lugar cualquiera de este mundo, negando el mismo derecho que merece un africano o un asiático de merecer mi más profundo respeto, mi más firma defensa como ser humano. Desde niños, las instituciones sociales nos imponen ese sentimiento. Hace varios años uno de mis personajes, en el momento de jurar "dar la vida por su bandera" en su tierna infancia, gritó "no juro", alejando que ese juramento era inválido e inútil, que gracias a ese juramento los asesinos y corruptos podían recibir sus credenciales de ciudadanía igual que cualquier honesto trabajador. Etc. Estoy de acuerdo con mi propio personaje. ¿Por qué debo amar a un desconocido compatriota más que a un desconocido australiano o más que a un desconocido portugués? ¿Por qué habría de entregar mi vida por una región del mundo en desmedro de otra? ¿Por qué el Uruguay habría de ser más sagrado que el Congo o Singapur? ¿Por qué debo considerar a mis compatriotas más hermanos que un argelino o un mexicano? Sí, me siento culturalmente más próximo a otro uruguayo, compartimos una historia, una forma de sentir el mundo, de hablar, de comer. Pero eso no le da prioridad a ningún compatriota mío para ser considerado más ser humano que cualquier otro. Por todo eso, y por mucho más, no soy patriota. Seré patriota el día que se reconozca como única patria a la humanidad. Así, sin discriminaciones. - REGIA - 06-30-2006 Creo que la balanza se inclinaría hacia lo "malo"... Esto es muy cierto: "Todo patriotismo significa una discriminación"; uno de los actos más lacerantes del ser humano. Sin embargo, siento que en el caso de México es más que imposible dejar de ser patriotas; la idiosincrasia del mexicano es así... quizá el uruguayo pueda despegarse de manera más viable; el mexicano trae arraigado el patriotismo... quizá lo que haya que cuidar es no caer en extremos dañinos, o que lastimen a terceros... Saludos! - Vicco - 07-01-2006 REGIA escribió:Creo que la balanza se inclinaría hacia lo "malo"... Como aquí en Salina Cruz, Oaxaca donde ando perdido ahorita. No dejan entrar a grandes compañías y mucho menos a franquicias internacionales, ante la posibilidad de que les pusieran un Wal Mart, hicieron paros y demás hasta que detuvieron la obra (a final de cuentas vinieron poniendo un Aurrera que es también de grupo Waltam) y hasta bardas había que decían fuera gringos. ¿Y donde queda la inversión? hay una refinería y produce suficiente billete para mantener a la gente aquí, pero los que saben, agarran su dinero y van y se lo gastan en otros lados, y desafortunadamente se nota. Como si no fueran a generar empleos e inversión y competencia... en fin. Todo en exceso es malo, y aquí son excesivamente patriotas. - spiritual aura - 07-01-2006 Quiza este mal, pero creo que todos ustedes estan equivocados. Los mexicanos no somos patriotas. Un patriota da la vida y el alma por su pais. Y la mayoria de nosotros no hacemos eso por esta hermosa tierra. El problema del mexicano es que es nacionalista. , y ese nacionalismo eslo que no permite que avancemos, que nos abremos a la globalizacion y al mundo entero o permitir que se privaticen las industrias del estado, o lo que comentaban : que se instale un walmart Si estoy mal corriganme. - Betty boop - 07-01-2006 Exactamente Vicco ese es el problema. Con esas actitudes lo único que se logra es espantar a los inversionistas extranjeros y queramos a no, ellos son importantes para el país, pues generan empleos que nosotros no hemos podido, y todo pasa ni los dejan crear esas fuentes de trabajo, ni ellos lo hacen y los únicos perjudicados son las personas necesitadas de empleos.. querer detener el progreso de un país en nombre del nacionalismo o patriotismo, sólo es quedarnos jodidos mientras que otros países como China aprovechan para llevar a su país la inversión extranjera por ende progreso para su país... |