Calificación:
  • 0 voto(s) - 0 Media
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
Papás en la pantalla
#1
Tomando en cuenta que varios de los presentes son padres, se me hizo interesante postear la siguiente nota:

ALERTAN QUE TELEVISIÓN PUEDE SUPLIR EL PAPEL DE LOS PADRES

Cuidado con la pantalla. Los niños de tres a cinco años son capaces de relacionarse con la tele como si se tratase de una madre tecnológica preparada para suplir a los padres que trabajan, que no escuchan o que tienen demasiadas preocupaciones.


Un estudio auspiciado por Unicef en países latinoamericanos alertó sobre el insospechado alcance de la televisión sobre los niños, que muchas veces pueden reemplazar la figura paterna por un televisor. El trabajo también intentó determinar qué piensan, sienten e imaginan los niños y los adolescentes en torno a la televisión. La investigación concluyó que los niños son capaces de relacionarse con la televisión de forma afectiva como si fuera una persona. Los más pequeños expresaron la fantasía de humanizarla hasta el punto de que el aparato fuera capaz de abrazar, jugar, conversar...

El psiquiatra Lluís Boza, director general de Telespectadors Associats de Catalunya, explicó que los menores de cinco años no distinguen entre realidad y ficción y la tele es un elemento vivo. Boza puntualizó que los niños de familias desestructuradas son más proclives a humanizar a los personajes que ven en la pantalla. “Es normal que un niño en un momento de euforia pueda dar un beso a la pantalla cuando sale un oso de peluche, le hable o intente abrazarle”.

Los más pequeños ven el televisor como si fuera una caja mágica que constituye, según los especialistas, un medio con una fuerza arrolladora y gran poder para anular la conciencia de uno mismo. Boza definió la televisión como una catarata de imagen, sonido y estimulaciones capaces de anular el yo. El psiquiatra alertó de que “si pones a un niño frente al televisor con las luces apagadas y le haces un encefalograma, el resultado puede ser similar al del estado de hipnosis”. El psiquiatra Paulino Castells coincidió en que “el poder de la imagen que actúa sobre los sentimientos y no en el razonamiento puede producir este estado”.

Pero no todos los niños tienen la misma afectación ante los contenidos. Los hay que por su fragilidad se ven perfectamente compenetrados con los contenidos televisivos y como recurso triunfan identificándose con personajes de ficción. Lluís Boza advirtió que no es positivo que un niño vea lo que no puede entender, “les crea confusión y ansiedad”, y aconsejó que los padres contextualicen las imágenes a la edad y circunstancias del niño. Consideró importante un concepto en el que se hace hincapié de forma reiterada: que los niños vean siempre el televisor en compañía de un adulto.

Paulino Castells insistió en la idea de que la programación no favorece la educación del menor: “No hay que demonizar la televisión, pero la calidad de los contenidos es cada vez peor y no hay programación formativa para los niños. La televisión no enseña civismo y promueve conductas marginales y delictivas”.



The New York Times Syndicate
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
Responder
#2
creo que todo depende de que horario le pongas al morro y que programacion,ya que mi hijo sabe que 1 o 2(peliculas) cuando mucho puede ver y ya, a apagarse,y no llora ni la extraña,ademas el mosmo como que se aburre y se va a su cuarto a jugar o me lleva la mano a la puerta para indicarme que quiere salir a la calle Tongue
saludos 0X
Responder


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)