05-28-2004, 12:20 AM
Bueno, las últimas aportaciones merecen algunos comentarios.
En mi muy personal punto de vista, un programa como Big Brother difícilmente podría fomentar la estupidez de la gente porque su intención primordial desde el punto de vista de la psicología de masas no es el fomento de valores o antivalores. Ni siquiera por casualidad lo lograría.
Este tipo de programas tiene un fin evidentemente comercial, basado en la explotación de LAS CARENCIAS NATURALES de los protagonistas y LA CAPACIDAD del televidente común y corriente para analizar situaciones donde esas carencias se ponen de manifiesto.
También se basa en la promoción de las emociones casuales utilizando a los actores como una especie de conejillos de indias en un ambiente inusual en el cual el azar es un elemento fundamental para regular las relaciones humanas que se dan en la casa.
De esta manera, el "objeto de estudio" no está sesgado en su comportamiento, lo cual logra que el programa sea natural y espontáneo. El éxito así está asegurado porque los clientes (los expectadores) tienen la formación necesaria para asegurarlo.
Al menos esa era la intención de la versión original holandesa, la cual no existe en la versión mexicana porque el público nacional es diferente: SU CAPACIDAD de análisis es PRACTICAMENTE NULA y para colmo el objeto de estudio no es espontáneo, sino totalmente sesgado y posiblemente hasta aleccionado para actuar de una u otra forma dentro de la casa.
Así, desde el primer programa los productores se dieron cuenta de que la versión mexicana necesitaban actores o gentes conocidas por el público y relacionadas con el medio y el programa se convirtió simplemente en otro más de la grandiosa farándula mexicana, ni más ni menos.
Por otra parte, sí es cierto que en todos los países existen instituciones con aparatos de control de masas que aprovechan el éxito de los fenómenos mediáticos para medir la capacidad de respuesta de la sociedad ante diferentes estímulos en una coyuntura determinada.
Por ejemplo, una medida de gobierno posiblemente antipopular puede pasar más fácilmente si la opinión pública tiene su atención en otras cosas (al pueblo pan y circo).
Finalizo con el siguiente comentario:
En el prólogo a la Filosofía del Derecho, Hegel señala que es un deber de todo ser pensante intentar sacar del error a aquél que no sabe o que está errado en sus convicciones por falta de enseñanza, de cultura o de otros elementos formativos diversos.
Sin embargo, este intento lleva consigo una paradoja: el enseñarle a la gente puede hacerla infeliz y nadie tiene el derecho de arruinarle la vida a otra gente por la vía del conocimiento.
Este punto de vista es interesante para la discusión actual, no lo creen?
En mi muy personal punto de vista, un programa como Big Brother difícilmente podría fomentar la estupidez de la gente porque su intención primordial desde el punto de vista de la psicología de masas no es el fomento de valores o antivalores. Ni siquiera por casualidad lo lograría.
Este tipo de programas tiene un fin evidentemente comercial, basado en la explotación de LAS CARENCIAS NATURALES de los protagonistas y LA CAPACIDAD del televidente común y corriente para analizar situaciones donde esas carencias se ponen de manifiesto.
También se basa en la promoción de las emociones casuales utilizando a los actores como una especie de conejillos de indias en un ambiente inusual en el cual el azar es un elemento fundamental para regular las relaciones humanas que se dan en la casa.
De esta manera, el "objeto de estudio" no está sesgado en su comportamiento, lo cual logra que el programa sea natural y espontáneo. El éxito así está asegurado porque los clientes (los expectadores) tienen la formación necesaria para asegurarlo.
Al menos esa era la intención de la versión original holandesa, la cual no existe en la versión mexicana porque el público nacional es diferente: SU CAPACIDAD de análisis es PRACTICAMENTE NULA y para colmo el objeto de estudio no es espontáneo, sino totalmente sesgado y posiblemente hasta aleccionado para actuar de una u otra forma dentro de la casa.
Así, desde el primer programa los productores se dieron cuenta de que la versión mexicana necesitaban actores o gentes conocidas por el público y relacionadas con el medio y el programa se convirtió simplemente en otro más de la grandiosa farándula mexicana, ni más ni menos.
Por otra parte, sí es cierto que en todos los países existen instituciones con aparatos de control de masas que aprovechan el éxito de los fenómenos mediáticos para medir la capacidad de respuesta de la sociedad ante diferentes estímulos en una coyuntura determinada.
Por ejemplo, una medida de gobierno posiblemente antipopular puede pasar más fácilmente si la opinión pública tiene su atención en otras cosas (al pueblo pan y circo).
Finalizo con el siguiente comentario:
En el prólogo a la Filosofía del Derecho, Hegel señala que es un deber de todo ser pensante intentar sacar del error a aquél que no sabe o que está errado en sus convicciones por falta de enseñanza, de cultura o de otros elementos formativos diversos.
Sin embargo, este intento lleva consigo una paradoja: el enseñarle a la gente puede hacerla infeliz y nadie tiene el derecho de arruinarle la vida a otra gente por la vía del conocimiento.
Este punto de vista es interesante para la discusión actual, no lo creen?