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El orgasmo múltiple masculino
#8
Presentación de un auto-programa de entrenamiento para alcanzar el orgasmo múltiple masculino.

El entrenamiento del varón para el Orgasmo múltiple lleva un tiempo en el cual se deben practicar sistemáticamente varios ejercicios. Los objetivos a lograr son:



- Tonificar el músculo Pubococcígeo (PC).

- Aprender el método de la respiración profunda.

- Concentrarse plenamente en las sensaciones genitales.

- Reconocer y discriminar finamente los diferentes niveles de la excitación sexual.



Para esto diseñamos los siguientes ejercicios en un plan de cuatro semanas. La mejor manera de hacerlos es solos en nuestra intimidad, para luego aplicarlos a las relaciones sexuales:



Ejercicios de Kegel (todos los días):



Consisten en contraer los músculos pubococcígeos que son los que utilizamos para cortar la orina de modo repentino. Los ejercicios son muy importantes para tonificar esos músculos, y aportan beneficios tales como mayor percepción de las sensaciones genitales y mejor control orgásmico.

Ante todo, ¿cómo ubicarlos correctamente?

Lo mejor para ubicarlos es ir a orinar, y cortar la orina de la misma forma en que lo hicimos en tantas oportunidades incluso como un juego. Muchas personas creen que hay que apretar debajo de los testículos con la mano pero no es así, se trata de una contracción muscular. Para evaluar si se ha identificado correctamente el músculo es muy sencillo: si se interrumpió la orina está bien hecho. Es importante que la contracción esté bien focalizada y no se contraigan otros grupos musculares como los glúteos, abdominales o cuadriceps.
Para alcanzar el Orgasmo múltiple es necesario dedicarle de dos a cuatro semanas con constancia a hacer este ejercicio. La primera y la segunda semana hacemos tres series de treinta contracciones por día calculando aproximadamente dos segundos de retención por movimiento. Lo más recomendable es hacer el ejercicio en posición sentado con la espalda derecha.

La tercera y la cuarta semana agregamos diariamente una cuarta serie de diez contracciones en las cuales retenemos el músculo contraído entre cinco y diez segundos cada vez.

Recordemos que el ejercicio no se practica orinando, eso es solamente para identificar los músculos a trabajar.



Relajación (todos los días):



Un buen método de relajación física y mental nos permitirá manejar la ansiedad y la excitación para así disfrutar del ansiado Orgasmo múltiple masculino.

Comencemos entonces: nos tomamos unos 10 o 15 minutos en algún momento en cual estemos tranquilos y no tengamos interrupciones. Nos recostamos sobre una cama o sofá cómodos. Tomamos aire por la nariz, lo llevamos al abdomen y lo soltamos lentamente. Procuremos que la exhalación dure aproximadamente el doble que la inhalación. Es muy importante que nos concentremos en nuestro cuerpo y en el recorrido del aire. Podemos transportarnos mentalmente a alguna situación que para nosotros sea agradable, relajante y placentera.



Exploración genital (tres a cinco veces por semana – la primera semana solamente):



Vamos a realizar una detallada y completa exploración de nuestros genitales, parte por parte. Nos tomamos el tiempo que sea necesario y nos aseguramos de que estaremos tranquilos.

Es bueno utilizar alguna crema o aceite cosmético para facilitar el deslizamiento de la mano y darnos sensaciones más agradables.

Una vez que identificamos con claridad cada una de las partes de nuestra anatomía genital, las estimulamos una por una y con diferentes tipos de caricias para darnos cuenta de cuales son las partes más sensibles y las mejores maneras de estimularlas. Así recorremos los testículos, la base del Pene, el frenillo y el Glande.



Ejercicio de autoestimulación genital (tres a cinco veces por semana – de la segunda a la cuarta semana):



Tendremos que tomarnos aproximadamente treinta minutos, en un momento y un lugar tranquilos, donde sabemos que nadie nos va a molestar.
Ponemos en nuestra mente algunas imágenes que nos resulten excitantes, o inclusive utilizamos estimulación visual (revistas, videos, etc.). Tengamos en cuenta que este ejercicio es útil en la medida en que lo hagamos excitados.
Comenzamos a estimularnos el pene como para lograr una erección, sin forzarla, y una vez alcanzada nos estimulamos lentamente.
Nos concentramos en las sensaciones genitales y registramos el grado de excitación que experimentamos a medida que (gradualmente) subimos el ritmo. Vamos a suponer que “Nivel 1” es cuando recién comienza la estimulación y la excitación es muy baja, y “Nivel 10” es el orgasmo. ¿En que grado estamos a medida que la estimulación aumenta y el tiempo transcurre?
Tratemos de no apresurarnos, de variar los niveles de excitación subiendo y bajando los ritmos. La excitación debe aumentar gradualmente y la idea es que reconozcamos claramente cada uno de los niveles intermedios. Cuánto más fina sea la discriminación, mejor. Llegado el punto de percibir las señales corporales (como un cosquilleo en el Glande) que nos avisan que estamos por eyacular, nos detenemos un minuto o dos. Aquí podemos percibir claramente la sensación de inminencia, que no llega a la inevitabilidad porque nos detuvimos a tiempo. Sentimos como el semen se deposita en la uretra, pero no se expulsa hacia el exterior.
Luego repetimos el mismo proceso dos veces más. Finalmente dejamos que nuestra mano continúe moviéndose luego de las sensaciones de inminencia y cuando sentimos la sensación de que el orgasmo es inevitable (inevitabilidad eyaculatoria) dejamos de mover la mano. De esta forma la fase de inevitabilidad se hará más clara a nuestra percepción, lo cual es muy importante ya que la misma es clave para el Orgasmo múltiple masculino.



Aplicando los ejercicios para lograr el orgasmo múltiple masculino:



Ya logramos los objetivos fundamentales del entrenamiento: tonificamos los músculos PC, aprendimos a manejar la respiración profunda, nos concentramos en nuestras sensaciones genitales y reconocimos claramente los diferentes niveles de la excitación sexual por los que transitamos antes de llegar a un orgasmo.



Ahora vamos a practicar, aún en soledad, un ejercicio en el que integramos todos estos recursos.

Comenzamos estimulando nuestra imaginación y una vez ya con nuestra mente erotizada nos acariciamos (como en la exploración genital) y poco a poco logramos una erección rígida. Posteriormente incrementamos (siempre de manera lenta y gradual) los niveles de excitación, como en el ejercicio de autoestimulación genital. Es importante que tengamos bien en claro cual es el nivel de excitación por el que estamos transitando en cada momento. Cuando nos acercamos al nivel 9 prestamos especial atención. Intentamos discriminar aún más finamente que en los niveles anteriores. Percibimos que incluso entre 9 y 10 (inminencia e inevitabilidad) hay matices. Continuamos el movimiento pasada la sensación de inminencia, y cuando llegamos a la sensación de inevitabilidad dejamos de movernos, contraemos muy fuerte el músculo PC y respiramos profundamente. En este momento si coordinamos estos recursos e hicimos prolijamente nuestro entrenamiento, lograremos nuestro primer Orgasmo sin eyaculación. Unos 10 segundos después continuamos con el movimiento ya que podemos perder un poco la rigidez del Pene y de esta forma la recuperamos. Recomenzamos el proceso y siguiendo los mismos pasos llegaremos a nuestros primeros orgasmos múltiples.

Los orientales recomiendan también utilizar en la fase de inevitabilidad la presión fuerte y sostenida durante 10 o 15 segundos del dedo índice sobre el perineo. De esta manera consiguen frenar la eyaculación sin que se corte el orgasmo.

Muchas veces se requiere de varias prácticas antes de lograrlo. No es fácil ya que se es preciso un manejo y coordinación de movimientos muy específico y discriminado.



Para trasladar estos logros a la sexualidad compartida, es fundamental una pareja que colabore y pueda (al menos inicialmente) dejarnos el mando para aplicar lo que aprendimos en soledad.

Es recomendable realizar los mismos pasos que seguimos para alcanzar el Orgasmo múltiple por autoestimulación genital, en alguna postura que nos resulte cómoda. En general recomiendo la llamada del “Misionero” (el varón arriba y la mujer abajo) ya que nos permite un mayor control de los movimientos. Es importante que la parte superior del cuerpo esté relajada, ya que los hombros en tensión pueden disminuir nuestra capacidad de concentración y tirar por la borda lo aprendido. Una buena alternativa es que ella se coloque debajo de sus caderas una almohada que la levante y de esa manera el peso estará más concentrado en nuestras rodillas. Otra opción es que ella se ubique encima nuestro, cara a cara, pero siempre y cuando se comprometa a cedernos el control de los movimientos.
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
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El orgasmo múltiple masculino - por Betty boop - 07-14-2005, 11:10 PM
[Sin título] - por ploki - 07-14-2005, 11:33 PM
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