02-05-2006, 02:23 AM
Sexometría y tabú
Se ha practicado desde siempre, pero el sexo yel placer siguen siendo un misterio. ¿Importa el tamaño del pene? ¿Sabía que el clítoris mide diez centímetros? ¿Dónde se desencadena el orgasmo femenino? Un estudio universitario intenta encontrar las respuestas.
A ver tú, que te las sabes todas: ¿es mejor tenerlo grande o hacerlo bien? –pregunta el líder del grupo que rodea al novato.
Sorprendido, y un tanto atemorizado por el tono del bravucón, el muchacho no contesta de inmediato. Sólo después de algunos segundos, azorado, cabizbajo, sin mirar a quienes lo apremian en silencio, responde:
–Hacerlo bien.
–¡Otro imbécil con el pene chico! –exclama el preguntón, alentando la burla y promoviendo las risas entre sus compañeros de curso.
HASTA FREUD
De acuerdo a un reciente estudio realizado en una cátedra de Metodología de la Investigación, la idea implícita de la escena expuesta obedece a la categoría de los prejuicios.
¿Incide realmente el tamaño del pene en el orgasmo femenino?
José Luis Torres, publicista, estudiante de Sicología de la Universidad de las Américas y coautor del estudio, plantea que si bien muchas de las investigaciones realizadas en este orden basan su cometido en la ciencia, “la mayoría de ellas, si no todas, tienen una gran cuota de subjetividad”.
Por ello, él y su grupo de investigadores se plantearon abordar el tema estructuralmente, desde diversas disciplinas.
La primera de estas es la concerniente a la ideología.
Torres y su grupo de investigación nos recuerdan que durante el siglo XX hubo una gran apertura al tema de la sexualidad en Occidente; tema que no estuvo exento de polémicas y que se dio en torno al machismo, por un lado, y al feminismo y la homosexualidad, por el otro.
En este contexto, señala el estudio, los intereses por hacer primar una u otra idea han sido de orden religioso, económico y hasta político. “Incluso se usó la sexualidad femenina para justificar la exclusión de la mujer de su derecho al voto”.
FUENTE DE PLACER
Sin embargo, de acuerdo a la investigación, los nuevos descubrimientos y enfoques sobre la sexualidad, principalmente femenina, forman parte de los argumentos de los que afirman la independencia de la mujer para su disfrute sexual, en contraste con los que siguen reafirmando al pene como eje central para el orgasmo femenino
Esta disputa ideológica ha tenido su correlación con algunos estudios ampliamente divulgados; documentos recabados por los investigadores y sometidos a examen.
En el Informe Kinsley de 1950 se dice que el 10% de los hombres son homosexuales. El Informe Hite de 1977 sobre sexualidad femenina afirma que el 82% de las mujeres se masturbaban, y que el 95% de ellas experimentaron el orgasmo fácilmente y con regularidad.
“Es posible pensar que datos como estos fueran exagerados, lo que puede atribuirse a la necesidad de reivindicar la homosexualidad y a demostrar la prescindencia del hombre en el logro del orgasmo femenino por las feministas y los movimientos lésbicos”, afirma Torres.
Los que abogan por el pene, en tanto, tampoco han dejado de hacer su vela de armas.
Según consigna el informe, Helen Deutsch, discípula de Freud, escribe: “La mujer debe descubrir la vagina en su propia persona, descubrimiento que hace sometiéndose masoquistamente al pene, convirtiéndose este último, en el guía hacia esta nueva fuente de placer”. Según esto, el clítoris tendría un papel secundario, y el centro del orgasmo estaría en la vagina.
Esta negación del placer femenino tiene su aberrante correlato en la mutilación del clítoris, como sucede en muchas culturas africanas. De acuerdo a los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que en el mundo hay cerca de 135 millones de mujeres que han sido mutiladas genitalmente, y dos millones se añaden a esta cifra cada año.
QUÉ ES QUÉ Y CÓMO
El hombre es el poseedor del miembro sexual de mayor tamaño dentro de los primates. Para algunos, en consecuencia, el tamaño del pene estaría en directa relación con las ventajas en la selección natural: un pene más largo posibilitaría a los espermatozoides llegar más cerca del óvulo.
“Si esto fuera cierto”, plantean los autores del estudio, “esta situación también debería darse en los primates. Y en mayor medida en los que son polígamos –donde hay una mayor competencia por fecundar–. Sin embargo, esto no se da. Las ventajas de un pene de mayor tamaño se encuentran más bien en el plano de la selección sexual”.
En el proceso que llevó al mono a transformarse en hombre, uno de los cambios más importantes fue convertirse en un animal bípedo. Éste, al erguirse, dejó al descubierto sus genitales. Y en este contexto, el tamaño del pene cobró una importancia similar al despliegue de las plumas del pavo real.
“Algo similar a lo que ocurre con los senos en la mujer, porque el tamaño no está relacionado con la producción de leche. Esto podría explicar la gran demanda por implantes de silicona”, comenta Torres.
Los penes de tamaño desmesurado no son la constante en el varón de la especie humana. Los investigadores norteamericanos Master y Johnson determinaron la regularidad de sus dimensiones. En estado de erección, éste alcanza un promedio de 13 a 16 cm de longitud, un diámetro de no más de 4 cm y un perímetro de 10 a 11 cm.
La vagina, en tanto, es una cavidad profusamente rodeada de fibras musculares, de una gran elasticidad, capaz de albergar desde un dedo, un pene, hasta un espéculo o la cabeza y el cuerpo de un recién nacido.
La vagina es más sensible en su tercio anterior, en la zona más cercana al clítoris. Este aspecto se relaciona con los llamados puntos “G” y “A”, puestos de manifiesto en la segunda mitad del siglo pasado.
Los puntos “G” y “A”, descubiertos por el ginecólogo alemán E. Grafenberg y por un grupo de investigadores norteamericanos, respectivamente, tienen en común el ser parte de una zona vaginal especialmente sensible y coinciden asimismo en que ésta comprende la parte anterior de la vagina.
UN CLÍTORIS DE 10 CENTÍMETROS
El pene y la vagina han sido estudiados con especial detenimiento. Sin embargo, el clítoris no ha gozado de igual atención. En términos de fisiología básica, este es un órgano pequeño (al menos exteriormente) situado en el extremo superior de los labios menores de la vulva.
Dada su estructura eréctil, al igual que el pene, aumenta de volumen cuando la mujer es estimulada sexualmente. Es muy sensible al tacto a causa de la gran cantidad de terminaciones nerviosas que contiene.
“Contrario a lo que se cree”, afirma Torres, “el clítoris se extiende hacia el interior de la vagina. Un grupo de científicos acaba de descubrir que mide casi 10 centímetros”. El botón encapuchado que asoma discretamente entre los labios de la vagina “es la punta de un enorme iceberg profundamente insertado en el cuerpo de la mujer”.
El estudio realizado por Torres y su grupo señala que, recientemente, la doctora australiana Helen O’Connell, del Royal Melbourne Hospital, describe el clítoris como “una masa de tejido piramidal profusamente inervado, cuya función no es otra que dar placer a su dueña”.
Sorprendidos por este hallazgo, numerosos urólogos y sexólogos se han dado a la tarea de recolectar clítoris, labios y vaginas de cadáveres humanos para estudiar más a fondo los nervios que se extienden por la pelvis femenina y seguir su rastro hasta las áreas cerebrales del placer sexual.
“Las investigaciones de la doctora también permitieron corroborar que los orgasmos femeninos nada tienen que envidiar a los del hombre. Es más: la capacidad multiorgásmica de la mujer está ausente en su compañero”, comenta Torres.
De acuerdo a estos antecedentes, el estudio señala que “el tamaño del pene no pareciera tener una relación directa con el orgasmo femenino, ni entregar ventajas desde el punto de vista de la reproducción. Tampoco pareciera que la vagina por sí sola sea la fuente del orgasmo. Si hubiera una relación que hacer entre el pene y el orgasmo femenino, se tendría que hacer respecto a su grosor y no a su longitud”. Usted decida, según su experiencia.
La Nación
Se ha practicado desde siempre, pero el sexo yel placer siguen siendo un misterio. ¿Importa el tamaño del pene? ¿Sabía que el clítoris mide diez centímetros? ¿Dónde se desencadena el orgasmo femenino? Un estudio universitario intenta encontrar las respuestas.
A ver tú, que te las sabes todas: ¿es mejor tenerlo grande o hacerlo bien? –pregunta el líder del grupo que rodea al novato.
Sorprendido, y un tanto atemorizado por el tono del bravucón, el muchacho no contesta de inmediato. Sólo después de algunos segundos, azorado, cabizbajo, sin mirar a quienes lo apremian en silencio, responde:
–Hacerlo bien.
–¡Otro imbécil con el pene chico! –exclama el preguntón, alentando la burla y promoviendo las risas entre sus compañeros de curso.
HASTA FREUD
De acuerdo a un reciente estudio realizado en una cátedra de Metodología de la Investigación, la idea implícita de la escena expuesta obedece a la categoría de los prejuicios.
¿Incide realmente el tamaño del pene en el orgasmo femenino?
José Luis Torres, publicista, estudiante de Sicología de la Universidad de las Américas y coautor del estudio, plantea que si bien muchas de las investigaciones realizadas en este orden basan su cometido en la ciencia, “la mayoría de ellas, si no todas, tienen una gran cuota de subjetividad”.
Por ello, él y su grupo de investigadores se plantearon abordar el tema estructuralmente, desde diversas disciplinas.
La primera de estas es la concerniente a la ideología.
Torres y su grupo de investigación nos recuerdan que durante el siglo XX hubo una gran apertura al tema de la sexualidad en Occidente; tema que no estuvo exento de polémicas y que se dio en torno al machismo, por un lado, y al feminismo y la homosexualidad, por el otro.
En este contexto, señala el estudio, los intereses por hacer primar una u otra idea han sido de orden religioso, económico y hasta político. “Incluso se usó la sexualidad femenina para justificar la exclusión de la mujer de su derecho al voto”.
FUENTE DE PLACER
Sin embargo, de acuerdo a la investigación, los nuevos descubrimientos y enfoques sobre la sexualidad, principalmente femenina, forman parte de los argumentos de los que afirman la independencia de la mujer para su disfrute sexual, en contraste con los que siguen reafirmando al pene como eje central para el orgasmo femenino
Esta disputa ideológica ha tenido su correlación con algunos estudios ampliamente divulgados; documentos recabados por los investigadores y sometidos a examen.
En el Informe Kinsley de 1950 se dice que el 10% de los hombres son homosexuales. El Informe Hite de 1977 sobre sexualidad femenina afirma que el 82% de las mujeres se masturbaban, y que el 95% de ellas experimentaron el orgasmo fácilmente y con regularidad.
“Es posible pensar que datos como estos fueran exagerados, lo que puede atribuirse a la necesidad de reivindicar la homosexualidad y a demostrar la prescindencia del hombre en el logro del orgasmo femenino por las feministas y los movimientos lésbicos”, afirma Torres.
Los que abogan por el pene, en tanto, tampoco han dejado de hacer su vela de armas.
Según consigna el informe, Helen Deutsch, discípula de Freud, escribe: “La mujer debe descubrir la vagina en su propia persona, descubrimiento que hace sometiéndose masoquistamente al pene, convirtiéndose este último, en el guía hacia esta nueva fuente de placer”. Según esto, el clítoris tendría un papel secundario, y el centro del orgasmo estaría en la vagina.
Esta negación del placer femenino tiene su aberrante correlato en la mutilación del clítoris, como sucede en muchas culturas africanas. De acuerdo a los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que en el mundo hay cerca de 135 millones de mujeres que han sido mutiladas genitalmente, y dos millones se añaden a esta cifra cada año.
QUÉ ES QUÉ Y CÓMO
El hombre es el poseedor del miembro sexual de mayor tamaño dentro de los primates. Para algunos, en consecuencia, el tamaño del pene estaría en directa relación con las ventajas en la selección natural: un pene más largo posibilitaría a los espermatozoides llegar más cerca del óvulo.
“Si esto fuera cierto”, plantean los autores del estudio, “esta situación también debería darse en los primates. Y en mayor medida en los que son polígamos –donde hay una mayor competencia por fecundar–. Sin embargo, esto no se da. Las ventajas de un pene de mayor tamaño se encuentran más bien en el plano de la selección sexual”.
En el proceso que llevó al mono a transformarse en hombre, uno de los cambios más importantes fue convertirse en un animal bípedo. Éste, al erguirse, dejó al descubierto sus genitales. Y en este contexto, el tamaño del pene cobró una importancia similar al despliegue de las plumas del pavo real.
“Algo similar a lo que ocurre con los senos en la mujer, porque el tamaño no está relacionado con la producción de leche. Esto podría explicar la gran demanda por implantes de silicona”, comenta Torres.
Los penes de tamaño desmesurado no son la constante en el varón de la especie humana. Los investigadores norteamericanos Master y Johnson determinaron la regularidad de sus dimensiones. En estado de erección, éste alcanza un promedio de 13 a 16 cm de longitud, un diámetro de no más de 4 cm y un perímetro de 10 a 11 cm.
La vagina, en tanto, es una cavidad profusamente rodeada de fibras musculares, de una gran elasticidad, capaz de albergar desde un dedo, un pene, hasta un espéculo o la cabeza y el cuerpo de un recién nacido.
La vagina es más sensible en su tercio anterior, en la zona más cercana al clítoris. Este aspecto se relaciona con los llamados puntos “G” y “A”, puestos de manifiesto en la segunda mitad del siglo pasado.
Los puntos “G” y “A”, descubiertos por el ginecólogo alemán E. Grafenberg y por un grupo de investigadores norteamericanos, respectivamente, tienen en común el ser parte de una zona vaginal especialmente sensible y coinciden asimismo en que ésta comprende la parte anterior de la vagina.
UN CLÍTORIS DE 10 CENTÍMETROS
El pene y la vagina han sido estudiados con especial detenimiento. Sin embargo, el clítoris no ha gozado de igual atención. En términos de fisiología básica, este es un órgano pequeño (al menos exteriormente) situado en el extremo superior de los labios menores de la vulva.
Dada su estructura eréctil, al igual que el pene, aumenta de volumen cuando la mujer es estimulada sexualmente. Es muy sensible al tacto a causa de la gran cantidad de terminaciones nerviosas que contiene.
“Contrario a lo que se cree”, afirma Torres, “el clítoris se extiende hacia el interior de la vagina. Un grupo de científicos acaba de descubrir que mide casi 10 centímetros”. El botón encapuchado que asoma discretamente entre los labios de la vagina “es la punta de un enorme iceberg profundamente insertado en el cuerpo de la mujer”.
El estudio realizado por Torres y su grupo señala que, recientemente, la doctora australiana Helen O’Connell, del Royal Melbourne Hospital, describe el clítoris como “una masa de tejido piramidal profusamente inervado, cuya función no es otra que dar placer a su dueña”.
Sorprendidos por este hallazgo, numerosos urólogos y sexólogos se han dado a la tarea de recolectar clítoris, labios y vaginas de cadáveres humanos para estudiar más a fondo los nervios que se extienden por la pelvis femenina y seguir su rastro hasta las áreas cerebrales del placer sexual.
“Las investigaciones de la doctora también permitieron corroborar que los orgasmos femeninos nada tienen que envidiar a los del hombre. Es más: la capacidad multiorgásmica de la mujer está ausente en su compañero”, comenta Torres.
De acuerdo a estos antecedentes, el estudio señala que “el tamaño del pene no pareciera tener una relación directa con el orgasmo femenino, ni entregar ventajas desde el punto de vista de la reproducción. Tampoco pareciera que la vagina por sí sola sea la fuente del orgasmo. Si hubiera una relación que hacer entre el pene y el orgasmo femenino, se tendría que hacer respecto a su grosor y no a su longitud”. Usted decida, según su experiencia.
La Nación
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.