02-16-2006, 12:05 AM
La censura en el arte, es una constante histórica, y una de las características más fieles de la Iglesia Católica. Qué útil hubiese sido semejante movilización mediática promovida por el Opus Dei, en nombre de la caridad, en nombre del amor, cuando se trató de asilar criminales nazis en el seno de la Iglesia. Acaso no habría sido un gesto conciliador muy apreciado, especialmente en esos momentos en que todos percibian las penosas consecuencias de la intolerancia, evitar que nazis bajo el nombre y la toga de los clérigos entraran a América Latina para vivir libre y en la riqueza?
Pero ése es un mínimo ejemplo si echamos una mirada hacia atrás. Y si no creemos en la historia, basta con participar en instituciones educativas católicas para ver, presenciar e inclusive participar de la forma sutil, manipuladora y corruptiva en la que se acostumbraron a manejarse, patra nunca perder el control y acomodar a sus pocos brillantes miembros en puestos estratégicos.
Hace mil años, las hogueras se alzaban en la plaza pública, frente a las catedrales, o en el patio de las abadías. Hoy, el asesinato de los herejes y las quemas públicas se realizan a través de páginas web, periódicos, televisión y publicaciones de baja calidad.
Un fenómeno de la revolución industrial o un síntoma de enfermedad espiritual en el seno de la institución?
Ni lo uno ni lo otro.
Esta caza de brujas desatada desde la época de Constantino terminará, cuando los miedos y el amor al poder, terminen. Una institución de 2000 años de antiguedad seguramente no debería estar permanentemente pidiendo resarcimientos e indemnizaciones morales ante pequeños artistas, si es dueña de la Verdad, por supuesto. Mucho menos cuando la humanidad entera se privó de pedirselas a ella a pesar de los siglos de matanza y persecución oscurantista. Las dictaduras aun en nombre de Dios, son dictaduras. Y la política, aun en nombre de Dios, continúa siendo política, con todos sus aditamentos corruptivos.
No es fácil dejar el poder de la noche a la mañana ; pero gran parte de la humanidad ansía que esta institución, que se encargó de manipular a reyes y a mendigos, nos deje algún día el corazón y la mente en paz.
Pero ése es un mínimo ejemplo si echamos una mirada hacia atrás. Y si no creemos en la historia, basta con participar en instituciones educativas católicas para ver, presenciar e inclusive participar de la forma sutil, manipuladora y corruptiva en la que se acostumbraron a manejarse, patra nunca perder el control y acomodar a sus pocos brillantes miembros en puestos estratégicos.
Hace mil años, las hogueras se alzaban en la plaza pública, frente a las catedrales, o en el patio de las abadías. Hoy, el asesinato de los herejes y las quemas públicas se realizan a través de páginas web, periódicos, televisión y publicaciones de baja calidad.
Un fenómeno de la revolución industrial o un síntoma de enfermedad espiritual en el seno de la institución?
Ni lo uno ni lo otro.
Esta caza de brujas desatada desde la época de Constantino terminará, cuando los miedos y el amor al poder, terminen. Una institución de 2000 años de antiguedad seguramente no debería estar permanentemente pidiendo resarcimientos e indemnizaciones morales ante pequeños artistas, si es dueña de la Verdad, por supuesto. Mucho menos cuando la humanidad entera se privó de pedirselas a ella a pesar de los siglos de matanza y persecución oscurantista. Las dictaduras aun en nombre de Dios, son dictaduras. Y la política, aun en nombre de Dios, continúa siendo política, con todos sus aditamentos corruptivos.
No es fácil dejar el poder de la noche a la mañana ; pero gran parte de la humanidad ansía que esta institución, que se encargó de manipular a reyes y a mendigos, nos deje algún día el corazón y la mente en paz.