05-02-2020, 12:22 AM
Yo estuve haciendo home office intermitentemente desde mediados de marzo, y totalmente desde que inició abril. A casi todos los empleados no esenciales en el trabajo nos recortaron la jornada laboral y, en la misma proporción, el sueldo. Cancelaron proyectos, cursos y viajes, primero por la pandemia y luego por recortes de gastos, además de que suspendieron los aumentos y contrataciones (incluso por reemplazo). Todo lo anterior hasta nuevo aviso. Trabajo para una empresa del ramo automotriz y esta industria está parada en México y en USA.
En casa vamos bien. Mi esposa con su rutina diaria, mi hija mayor también haciendo home office y mi hija menor ya en clases de la UANL en línea en su último semestre, ya movieron su fiesta de graduación hasta octubre. Yo ayudo haciendo la comida varias veces a la semana, para lo cual hacemos el menú semanal los viernes por la noche, junto con la lista de la despensa, que surto el sábado muy temprano. Increíblemente no he aumentado de peso, aunque si ya estaba gordo o no es otra historia.
He aprendido a no apanicarme con esta situación extrordinaria, y llevar las cosas conforme se vayan presentando, con la mayor previsión posible, ya que la incertidumbre es mucha y realmente nadie sabe hacia dónde vamos y mucho menos cómo llegaremos ahí. Desde luego, la preocupación a veces me gana, pero mucho me sirve hablar con la familia al respecto y entre todos nos calmamos.
Hasta ahora nadie en mi familia inmediata, amigos o compañeros de trabajo se han contagiado, no que sepamos. Solo un sobrino lejano de mis esposa sí está contagiado y grave, de 50 años y con diabetes.
Espero que todos ustedes, vacunos y sus familias, se encuentren bien y así sigan.
En casa vamos bien. Mi esposa con su rutina diaria, mi hija mayor también haciendo home office y mi hija menor ya en clases de la UANL en línea en su último semestre, ya movieron su fiesta de graduación hasta octubre. Yo ayudo haciendo la comida varias veces a la semana, para lo cual hacemos el menú semanal los viernes por la noche, junto con la lista de la despensa, que surto el sábado muy temprano. Increíblemente no he aumentado de peso, aunque si ya estaba gordo o no es otra historia.
He aprendido a no apanicarme con esta situación extrordinaria, y llevar las cosas conforme se vayan presentando, con la mayor previsión posible, ya que la incertidumbre es mucha y realmente nadie sabe hacia dónde vamos y mucho menos cómo llegaremos ahí. Desde luego, la preocupación a veces me gana, pero mucho me sirve hablar con la familia al respecto y entre todos nos calmamos.
Hasta ahora nadie en mi familia inmediata, amigos o compañeros de trabajo se han contagiado, no que sepamos. Solo un sobrino lejano de mis esposa sí está contagiado y grave, de 50 años y con diabetes.
Espero que todos ustedes, vacunos y sus familias, se encuentren bien y así sigan.
Dooby dooby doo
Strangers in the Night by Frank Sinatra
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