06-10-2007, 11:49 PM
Match Point
Woody Allen (2005)
Match Point revela una disociación inesperada de Woody Allen con sus apegos habituales: deja New York y se traslada a Londres; ya no se escucha el jazz sino la ópera; no encontramos personajes neuróticos y psicoanalistas, sino a una versión irlandesa y actual de Raskolnikov, personaje principal de la novela cumbre de Fedor Dostoievski; y un relato con la ambición y la suerte como ejes principales.
“El que dijo alguna vez ‘prefiero tener suerte a ser buena persona’ sabía lo que decía”.
Es la frase de la voz en off al inicio de la película mientras nos muestra una pelota rozando el filo de la red en un juego de tenis: a punto de caer en un campo o en el otro, a punto de convertir a un jugador en perdedor y a otro en ganador. Metáfora que representaría el juego de los personajes en la cinta y su destino de acuerdo a su propia suerte.
Chris Wilton (Jonathan Rhys-Meyers), un irlandés instructor de tenis quien tiene fija la obsesión de escalar en la alta sociedad británica, conoce inicialmente como alumnos a los hermanos herederos Tom Hewett (Matthew Goode) y Chloe (Emily Mortimer), quienes luego serán su cuñado y su esposa.
Aquí la entrada de Nola Rice (Scarlett Johansson) al juego, prometida de Tom y luego amante de Chris.
La ceguera de Chloe al no querer darse cuenta de una realidad evidente; la ambición desmedida de Chris a pesar de cualquier consecuencia; la decadencia paulatina de Nola: desde un inicial prolijo cuidado en su sensual aspecto hasta mostrarla con vestimenta poco sexy, frotándose la cabeza y cambiando al extremo su tono de voz son muestra de una dirección excelente en las interpretaciones.
Aunque las analogías entre Match Point y la novela rusa "Crimen y Castigo" siguen hasta el final de la trama, las enormes diferencias no dejan de pesar más y entonces es indispensable pensar en las referencias sólo como un pequeño homenaje y delimitar las obras, pues Match Point correría el riesgo de perder el partido: no hay en la cinta un astuto juez Petrovich divirtiéndose con su magistral juego psicológico al acorralar al asesino; en cambio hay un par de policías que rescatan el humor absurdo de las cintas en las que de manera predecible la autoría se le adjudica al neoyorkino.
De manera irónica, un anillo de una anciana, haciendo las veces de la pelota en el partido, no logra pasar la barandilla y caer al río, sin embargo, esto no hace perdedor a quien realiza el movimiento; esta fallida jugada fue su mejor tiro de suerte.
"Cuando falla la inteligencia, el diablo la reemplaza", Rodion Romanovich Raskolnikov.
Por otro lado, en la cinta el crimen se comete al final, y entonces no hay oportunidad de profundizar -como se hiciera a lo largo de toda la novela- en la mente del asesino: sus debilidades, sus temores, su culpa.
En el protagonista de la novela de Dostoievski nunca existe un arrepentimiento, pero la culpa lo atormenta hasta entregarse: recibe un castigo -justo o no-; Chris quizá tuvo más suerte que Raskolnikov: no hay arrepentimiento, no recibe un castigo, y la culpa... "puedes aprender a meter la culpa debajo de la alfombra... y seguir adelante".
Saludos!
Woody Allen (2005)
Match Point revela una disociación inesperada de Woody Allen con sus apegos habituales: deja New York y se traslada a Londres; ya no se escucha el jazz sino la ópera; no encontramos personajes neuróticos y psicoanalistas, sino a una versión irlandesa y actual de Raskolnikov, personaje principal de la novela cumbre de Fedor Dostoievski; y un relato con la ambición y la suerte como ejes principales.
“El que dijo alguna vez ‘prefiero tener suerte a ser buena persona’ sabía lo que decía”.
Es la frase de la voz en off al inicio de la película mientras nos muestra una pelota rozando el filo de la red en un juego de tenis: a punto de caer en un campo o en el otro, a punto de convertir a un jugador en perdedor y a otro en ganador. Metáfora que representaría el juego de los personajes en la cinta y su destino de acuerdo a su propia suerte.
Chris Wilton (Jonathan Rhys-Meyers), un irlandés instructor de tenis quien tiene fija la obsesión de escalar en la alta sociedad británica, conoce inicialmente como alumnos a los hermanos herederos Tom Hewett (Matthew Goode) y Chloe (Emily Mortimer), quienes luego serán su cuñado y su esposa.
Aquí la entrada de Nola Rice (Scarlett Johansson) al juego, prometida de Tom y luego amante de Chris.
La ceguera de Chloe al no querer darse cuenta de una realidad evidente; la ambición desmedida de Chris a pesar de cualquier consecuencia; la decadencia paulatina de Nola: desde un inicial prolijo cuidado en su sensual aspecto hasta mostrarla con vestimenta poco sexy, frotándose la cabeza y cambiando al extremo su tono de voz son muestra de una dirección excelente en las interpretaciones.
Aunque las analogías entre Match Point y la novela rusa "Crimen y Castigo" siguen hasta el final de la trama, las enormes diferencias no dejan de pesar más y entonces es indispensable pensar en las referencias sólo como un pequeño homenaje y delimitar las obras, pues Match Point correría el riesgo de perder el partido: no hay en la cinta un astuto juez Petrovich divirtiéndose con su magistral juego psicológico al acorralar al asesino; en cambio hay un par de policías que rescatan el humor absurdo de las cintas en las que de manera predecible la autoría se le adjudica al neoyorkino.
De manera irónica, un anillo de una anciana, haciendo las veces de la pelota en el partido, no logra pasar la barandilla y caer al río, sin embargo, esto no hace perdedor a quien realiza el movimiento; esta fallida jugada fue su mejor tiro de suerte.
"Cuando falla la inteligencia, el diablo la reemplaza", Rodion Romanovich Raskolnikov.
Por otro lado, en la cinta el crimen se comete al final, y entonces no hay oportunidad de profundizar -como se hiciera a lo largo de toda la novela- en la mente del asesino: sus debilidades, sus temores, su culpa.
En el protagonista de la novela de Dostoievski nunca existe un arrepentimiento, pero la culpa lo atormenta hasta entregarse: recibe un castigo -justo o no-; Chris quizá tuvo más suerte que Raskolnikov: no hay arrepentimiento, no recibe un castigo, y la culpa... "puedes aprender a meter la culpa debajo de la alfombra... y seguir adelante".
Saludos!
"Tengo una imagen, luego soy", Abbas Kiarostami.