12-18-2005, 07:34 PM
Sexo sin procreación
La sexualidad humana representa mucho más que la capacidad de procrear. A través de la sexualidad nos comunicamos, gozamos y alcanzamos momentos de gran felicidad y amor compartidos.
Pero la capacidad de procrear seguirá estando, a pesar de que una pareja no quiera tener hijos, y esto no quiere decir que esa actividad sexual esté vacía de contenido. Muy por el contrario, planificar la llegada de una nueva vida es cada día más necesario para ejercer la responsabilidad que las personas experimentamos frente a la paternidad. Hombres y mujeres solteros desarrollarán su sexualidad usando estos métodos hasta el momento en que una pareja estable dé marco a su posibilidad de ser padres.
Cada vez más, la anticoncepción es aceptada y practicada por millones de parejas que no están en condiciones de traer niños al mundo. La experiencia dice que la anticoncepción es la mejor manera de evitar la interrupción de embarazos no deseados. El aborto es una causa muy importante de muerte y enfermedad para la mujer, muy especialmente para aquellas de bajos recursos económicos y culturales.
En los últimos años se han desarrollado muchos métodos anticonceptivos de acuerdo a las múltiples necesidades. Cada pareja podrá optar por uno o varios de ellos teniendo en cuenta, en primer término, el cuidado de la salud. Pero también pesarán en esa elección el perfil de efectividad que ofrecen las distintas técnicas, su comodidad y, en algunos casos, sus costos.
Enfermedades como la diabetes, hipertensión, cardiovasculares, infección por VIH, etc., amenazan la salud de la mujer y del posible bebé. A causa de ellas, una pareja puede decidir aplazar el embarazo, pero no será lo mismo si la decisión de no concebir se basa en otras razones. Para cada caso habrá una forma contraceptiva mejor y más adecuada. Algunas requieren de la intervención del médico, y para otras sólo se necesita algo de buena información.
Los métodos naturales
Son métodos cuya responsabilidad es compartida entre ambos integrantes de la pareja, y en los cuales no se utilizan aditivos y elementos extraños.
El método más antiguo y -tal vez- el más usado a lo largo de la historia de la humanidad es el coitus interruptus. Consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación. Es uno de los métodos de anticoncepción de menor efectividad, ya que frecuentemente algo de semen es expelido a través del pene aún antes de la eyaculación y esto puede ser suficiente para iniciar un embarazo. No es, por lo tanto, un método muy recomendable. Tampoco resulta muy confortable, ya que propone un corte abrupto de la relación en el momento de mayor excitación.
El método de conteo de los días de fertilidad, y la abstinencia sexual en ese periodo es otro de los métodos naturales y compartidos por ambos integrantes de la pareja. Requiere formación y práctica para reconocer cambios en el cuerpo femenino, y un gran esfuerzo y compromiso continuos, muchas veces difícil de cumplir. Sumado a esto, no presenta un alto grado de efectividad. Pero es una alternativa para quienes por razones religiosas o de otro tipo no quieren interferir en la natural posibilidad de engendrar. Consiste en predecir en qué día del periodo tendrá lugar la ovulación, observando algunos signos en el cuerpo de la mujer, tales como cambios del moco cervical, temperatura, etc. La pareja que se decide por esta técnica deberá llevar un calendario para determinar cuándo aparece la ovulación, y abstenerse de la relación sexual durante varios días antes y después de ese momento.
La sexualidad humana representa mucho más que la capacidad de procrear. A través de la sexualidad nos comunicamos, gozamos y alcanzamos momentos de gran felicidad y amor compartidos.
Pero la capacidad de procrear seguirá estando, a pesar de que una pareja no quiera tener hijos, y esto no quiere decir que esa actividad sexual esté vacía de contenido. Muy por el contrario, planificar la llegada de una nueva vida es cada día más necesario para ejercer la responsabilidad que las personas experimentamos frente a la paternidad. Hombres y mujeres solteros desarrollarán su sexualidad usando estos métodos hasta el momento en que una pareja estable dé marco a su posibilidad de ser padres.
Cada vez más, la anticoncepción es aceptada y practicada por millones de parejas que no están en condiciones de traer niños al mundo. La experiencia dice que la anticoncepción es la mejor manera de evitar la interrupción de embarazos no deseados. El aborto es una causa muy importante de muerte y enfermedad para la mujer, muy especialmente para aquellas de bajos recursos económicos y culturales.
En los últimos años se han desarrollado muchos métodos anticonceptivos de acuerdo a las múltiples necesidades. Cada pareja podrá optar por uno o varios de ellos teniendo en cuenta, en primer término, el cuidado de la salud. Pero también pesarán en esa elección el perfil de efectividad que ofrecen las distintas técnicas, su comodidad y, en algunos casos, sus costos.
Enfermedades como la diabetes, hipertensión, cardiovasculares, infección por VIH, etc., amenazan la salud de la mujer y del posible bebé. A causa de ellas, una pareja puede decidir aplazar el embarazo, pero no será lo mismo si la decisión de no concebir se basa en otras razones. Para cada caso habrá una forma contraceptiva mejor y más adecuada. Algunas requieren de la intervención del médico, y para otras sólo se necesita algo de buena información.
Los métodos naturales
Son métodos cuya responsabilidad es compartida entre ambos integrantes de la pareja, y en los cuales no se utilizan aditivos y elementos extraños.
El método más antiguo y -tal vez- el más usado a lo largo de la historia de la humanidad es el coitus interruptus. Consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación. Es uno de los métodos de anticoncepción de menor efectividad, ya que frecuentemente algo de semen es expelido a través del pene aún antes de la eyaculación y esto puede ser suficiente para iniciar un embarazo. No es, por lo tanto, un método muy recomendable. Tampoco resulta muy confortable, ya que propone un corte abrupto de la relación en el momento de mayor excitación.
El método de conteo de los días de fertilidad, y la abstinencia sexual en ese periodo es otro de los métodos naturales y compartidos por ambos integrantes de la pareja. Requiere formación y práctica para reconocer cambios en el cuerpo femenino, y un gran esfuerzo y compromiso continuos, muchas veces difícil de cumplir. Sumado a esto, no presenta un alto grado de efectividad. Pero es una alternativa para quienes por razones religiosas o de otro tipo no quieren interferir en la natural posibilidad de engendrar. Consiste en predecir en qué día del periodo tendrá lugar la ovulación, observando algunos signos en el cuerpo de la mujer, tales como cambios del moco cervical, temperatura, etc. La pareja que se decide por esta técnica deberá llevar un calendario para determinar cuándo aparece la ovulación, y abstenerse de la relación sexual durante varios días antes y después de ese momento.
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.