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Los videos eróticos
#1
Los videos eróticos:

Los vídeos eróticos son una alternativa más para aumentar la excitación sexual

La pornografía produce una enorme cantidad de productos (revistas, películas y todo género de artículos) ávidamente consumidos por buscadores de emociones fuertes. Aunque generalmente despreciados, se plantea la utilidad de los vídeos eróticos como remedio de la inapetencia sexual y los trastornos de la vida de pareja. ¿Qué dicen los expertos al respecto?

En nuestra agitada vida moderna, en la que reinan el estrés y las agobiantes jornadas de trabajo, y se reduce el tiempo para la convivencia y el descanso. Son frecuentes las alteraciones en la apetencia sexual, que muchas veces preocupan y desestabilizan las relaciones de pareja.
Cuando disminuye la atracción sexual -se dice en ocasiones- que es necesario romper y buscar un nuevo compañero/a que nos "motive". Pero esa visión reduce el amor a la simple sexualidad genital, y borra del mapa la función estabilizadora de la fidelidad, las parejas que quieren hacer frente a los problemas necesitan y buscan soluciones para "poner a punto" la delicada máquina del entendimiento sexual recíproco.

En ocasiones, esa solución se busca en el recurso a los vídeos y demás materiales con contenido erótico. Se piensa que pueden servir como "fuente de inspiración", como estímulo externo para aderezar una sexualidad marchita, y para añadir "chispa" a una vida sexual en la que la imaginación está ausente. ¿Tienen de verdad este efecto ese tipo de materiales?

"Todo depende de lo que se busque en esos materiales", afirma el psiquiatra colegiado y colaborador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, Dr. Rodríguez. "Los vídeos eróticos -continúa el Dr. Rodríguez- pueden servir al que busca la excitación por la excitación, pero difícilmente pueden contribuir a crear una relación sexual equilibrada entre personas. Por incidir excesivamente en el placer genital, tienen el grave riesgo de obviar otros aspectos capitales de la sexualidad humana".

A la vista del parecer de los expertos, el principio fundamental para afrontar estas situaciones es englobar los problemas de pareja en el contexto de una sexualidad que verdaderamente se pueda calificar de humana. La batería de complejos y desequilibrios que muchas personas arrastran consigo tiende a manifestarse con virulencia en el terreno sexual.

Equilibrio personal
Pues éste es un campo especialmente sensible y delicado para el equilibrio personal y para el de la pareja, en cuanto que en la sexualidad se involucran dos personas en unos dinamismos de acción sumamente íntimos y desencadenantes de emociones y pasiones muy intensas.

Y es que, como afirma el psiquiatra José María Poveda, "la persona es más que un objeto de placer. La misma relación sexual está constituida por cosas que requieren naturalmente cierta discreción. Hay una atracción instintiva, deseada, consentida, pero lo que de hecho va sucediendo no es, en rigor, una serie de actos conscientes de la voluntad: de ahí la vergüenza -natural- que, de ordinario se siente en ello. El pudor no es una huida frente al amor, sino la manera de personalizarlo".

¿Cuál es el órgano sexual más importante? Por más que esta pregunta pueda hacer pensar en una respuesta de chiste fácil, los más reputados sexólogos en España, como el Doctor Cosme Puerto, o el psiquiatra Enrique Rojas, inciden en que el principal órgano sexual es el cerebro. El órgano, en efecto, que ante los estímulos erógenos da las oportunas órdenes a los genitales para que cumplan su función.

La respuesta parece estar, entonces, en procurar tener una cabeza bien amueblada: una personalidad equilibrada, formada en el respeto al otro, y desligada de la búsqueda enfermiza del propio placer. "De lo contrario -afirma el Dr. Rodríguez- la sexualidad se convierte en el encuentro de dos soledades, y el contacto sexual en un roce de cuerpos, pero no de almas".

En esto es extremadamente importante la comunicación: "Hay que hablar", afirma el Dr. Puerto: comentar al otro con claridad y respeto las preferencias en lo sexual, decir las cosas que desagradan, estar dispuestos a entregarse y a ceder, son recetas más que probadas para la construcción de una relación de pareja mutuamente satisfactoria. Igualmente, los expertos insisten en que una piedra angular debe ser el respeto mutuo: una visión de la sexualidad egoísta, en la que cada uno busque extraer del otro la mayor cantidad de placer para sí difícilmente puede construir una verdadera relación entre personas.
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
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